EEUU – Quantitative Easing III ¿sí o no?

Mercado de Oro

24-08-2011
Ante las expectativas de la FED
ben bernanke El mercado tiene expectativas de que la Reserva Federal estadounidense anuncie esta semana nuevas medidas para estimular la economía de EEUU. Hay rumores que el presidente de la FED, Ben Bernanke, anunciará este viernes nuevos estímulos económicos en una conferencia que pronunciará en Jackson Hole, Wyoming. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tiene previsto realizar un discurso en una conferencia bancaria en Jackson Hole y se espera en su intervención que proporcione información sobre unas nuevas medidas para reavivar la economía estadounidense. El año pasado, Bernanke usó la reunión de la Fed en Jackson Hole para preparar el terreno para la segunda ronda de alivio cuantitativo del banco central, un programa de compra de bonos por 600.000 millones de dólares diseñado para inyectar efectivo y confianza a los mercados financieros.

Bricklin Dwyer, economista de BNP Paribas, dijo:
“El mercado se está volviendo más pesimista sobre el panorama económico y está respondiendo con la expectativa de una tercera ronda de alivio cuantitativo (QE3).”

Pero aunque se espera que Bernanke reconozca su decepción frente al ritmo de crecimiento en la economía, muchos observadores de la FED creen que las posibilidades del anuncio de una nueva operación de compra de bonos son limitadas, aunque,

Neil Dwane, presidente financiero para Europa de RCM, dijo:
“Creo que veremos una tercera ronda de alivio cuantitativo (QE3) porque Estados Unidos necesita crecimiento, pero no creo necesariamente que la veamos el viernes.”

Un operador de un banco español dijo:
“Todo apunta a que la Fed volverá a incentivar al mercado este viernes, probablemente continuará la volatilidad de los últimos días.”

22-08-2011
Bernanke ayudará a recuperación EEUU en pequeñas dosis

La economía estadounidense cojea tanto en su recuperación, que la Reserva Federal parece encaminada a aumentar la dosis de tónico para mantener andando el crecimiento.

Se puede esperar que el presidente de la FED, Ben Bernanke, utilice un discurso el viernes en la conferencia anual del banco central en Jackson Hole para admitir su decepción por el ritmo de crecimiento, incluso que reduzca sus proyecciones y explique cuál es la mejor medicina que le queda en su gabinete de auxilio para fortificar la economía.

Pero es improbable que acuda a un tratamiento de shock.

Millan Mulraine, economista de TD Securities, dijo en una nota a sus clientes:
“Con la recuperación frenándose en el primer semestre de este año y la economía operando peligrosamente cerca de una segunda recesión, la FED permanecerá en guardia ante una sorpresa negativa del crecimiento y estará dispuesta a actuar como corresponda.”

¿Y cómo administrará la FED los remedios adicionales?

Con las herramientas de tasas de interés bien explotadas, es más probable que Bernanke se centre en la hoja de balance de la FED y opte por pequeños ajustes en el tamaño y composición de su portafolio para sacar del letargo a EEUU.

Las tasas de interés ya están cerca de 0 y el Comité Federal de Mercado Abierto, que fija la política monetaria del banco central, anunció hace apenas 2 semanas su disposición a mantener el costo del préstamo en niveles muy bajos por 2 años si es necesario. Es muy poco más lo que pueda lograrse utilizando las herramientas de tasas.

Muchas de las medidas de la hoja de balance son bien conocidas y cada una implica su propio riesgo y recompensa, que el cuerpo técnico de la Fed investigará cuidadosamente.

Pero las probabilidades de que se anuncie en Jackson Hole una nueva gran operación de compra de bonos parecerían limitadas actualmente.

Al afinar su criterio, la FED probablemente se guíe por la sensación de que la situación actual, aunque bastante incierta, amerita una aproximación cautelosa que no alcance las proporciones de crisis vistas del 2008 al 2010 que justificaron medidas audaces y agresivas.

La última de aquellas -la compra de bonos por 600.000 millones dólar, conocida como segundo alivio cuantitativo o QE2- fue la respuesta de la FED a una inflación históricamente baja que amenazó con llevar a la economía estadounidense a un círculo vicioso de precios bajos y caída de la confianza y la inversión.

La situación hoy es distinta.

A diferencia de mediados del 2010, la inflación es ahora más alta y la inflación subyacente, que elimina los precios volátiles de alimentos y energía, se ha acelerado.

Mientras las cifras más altas de inflación preocupan a algunos funcionarios de la FED, los números no han generado una alarma tal en el banco central como para desbaratar su supuesto de que la inflación general bajará al retroceder los precios de la energía y que los precios subyacentes seguirán bajo control.

En lugar de ello, el foco está en el desplome del crecimiento y los riesgos que vienen.

Un grupo central de miembros del comité de la FED que fija la política monetaria ve una mayor evidencia de que el crecimiento en el segundo semestre del año será menor que las previsiones anteriores del 3%.

Aunque la cifra no es tan angustiante como el 1% que pronostican algunas firmas de Wall Street, un crecimiento a ese ritmo no logrará lo que se requiere para reducir la fuerte tasa de desempleo del 9,1%.

La larga crisis de deuda soberana de la zona euro también es un factor de riesgo que está quebrando a los mercados financieros de Estados Unidos y la confianza empresarial.

Hasta ahora, los males de Europa y las turbulencias del mercado no han creado problemas similares a la crisis 2008/2009, pero es preocupante.

SIN GRANDES MEDIDAS

Con ese telón de fondo, es poco probable que Bernanke acuda a medidas dramáticas, pero la FED podría inclinarse a fortalecer gradualmente la dosis para la maltrecha economía en los meses próximos.

Un paso inicial podría ser simplemente utilizar la comunicación verbal.
Así, podría comprometerse a mantener su hoja de balance -que ha crecido a 2,8 billones de dólares desde los niveles precrisis de unos 900.000 millones de dólares- en esos niveles altos por un extenso periodo de tiempo, incluso fijando un cronograma como lo hizo para la tasa federal de fondos.

Otra medida sería presionar a la baja las tasas de interés de mediano a largo plazo, en las que se fijan las hipotecas y el préstamo corporativo, lanzando medidas que inclinen la mezcla de activos de la hoja de balance de la FED hacia instrumentos de largo vencimiento.

Esto puede hacerse reemplazando sus valores con prontos vencimientos por papeles a largo plazo o por el canje de valores de corto plazo por otros de más largo vencimiento.

El economista Carl Riccadonna, del Deutsche Bank, dijo en un escrito a clientes:
“El año pasado en Jackson Hole, cuando el presidente de la Fed sentó las bases para el alivio QE2, la inflación se desaceleraba rápidamente…lo opuesto sucede en el presente. Como resultado, si la Fed no se inclina hacia un estímulo adicional, podría primero tratar de extender el vencimiento promedio de su cartera en lugar de ampliar más sus tenencias de activos.”

Una medida más audaz sería comprar más bonos, aunque las condiciones no parecen justificarlo actualmente.

Mientras funcionarios de la FED argumentan que la compra de bonos ha mantenido las tasas de interés de largo plazo más bajas de lo que estarían de otra forma y llevado a los inversores a buscar activos de riesgo más que los seguros bonos del Tesoro, la estrategia ha recibido fuertes críticas en casa e internacionalmente.

Para tratar de contener las preocupaciones de que la compra de bonos desataría inflación, la FED podría considerar esterilizar nuevas compras de bonos drenando simultáneamente las reservas de bancos.

Los críticos estadounidenses sostienen que nuevas medidas podrían generar inflación.

Los detractores en el exterior dicen que la compra de bonos empuja el dólar a la baja, impulsa los precios de las materias primas y genera flujos volátiles de inversión hacia los mercados emergentes.

Incluso algunos dentro de la Fed se niegan a un alivio agresivo y el compromiso de la FED en agosto de mantener las tasas de interés bajas chocó contra la inusual oposición de tres disidentes.

Bernanke ciertamente tendrá el viernes la oportunidad de despejar las dudas.

Enlaces a artículos relacionados:

09-08-2011
Quantitative Easing II – FED inyectará 900.000 millones dólares de deuda pública

24-08-2011

💥 🖨

Más artículos:

Recibir noticias nuevas por email

Ofrecido por
follow.it